Artículo

Escrito por Francis Ramel  |  julio 28, 2022

El diseño de Carolinéale, una paloseco humanista inspirada en los libros de canto medievales

Carolinéale es una familia tipográfica que empecé a diseñar a finales de 2014, cuando me incorporé al Atelier National de Recherche Typographique, en Nancy (FR). Por aquel entonces, tenía el proyecto de trabajar en una versión tipográfica de las notaciones musicales carolingias. El tipo de letra asociado a esta obra ha evolucionado desde entonces. Gracias al apoyo del Centre National des Arts Plastiques (FR) y a la aguda mirada de Alejandro Lo Celso, pude crear una familia tipográfica completa. Con motivo de su publicación por PampaType, me gustaría volver a los principios que guiaron el diseño de sus formas.

Tabla de Contenidos

Lire cet article dans sa version originale française.
Read this article in English.

Una inspiración

Los manuscritos carolingios del canto gregoriano tienen signos misteriosos en sus páginas, escritos por encima el texto latino. Estas son las primeras formas de notación melódica. Estos signos, que tienen más de mil años de antigüedad —y que llamamos neumas— se siguen utilizando hoy en día. Su composición asistida por computadora es un verdadero reto tipográfico, ya que nuestras herramientas digitales no están en absoluto adaptadas a este tipo de inscripciones. Cuando comencé mi postgrado en el ANRT, quise encontrar una solución tipográfica que resolviera esta situación con elegancia y coherencia.

Una doble página del manuscrito MS. 239, llamado “Gradual de Laon”, copiado hacia 950. Texto en latín [minúscula carolingia] y notación melódica en las neumas conocidas como “Messins” [de Metz].

Entonces propuse una interpretación tipográfica más contemporánea de los signos musicales (más concretamente de los signos conocidos como “Metz” y “Saint-Gall”), inspirada en el modelo carolingio, pero también en su versión actual, dibujada casi siempre con rotulador o bolígrafo. Luego lo digitalicé todo, lo integré en un archivo tipográfico respetando una nomenclatura precisa, para poder componer con el tipo de letra en un software dedicado al registro de partituras: Gregorio 1.

Izquierda: Algunos signos musicales diseñados en el ANRT en 2015 [sistema de notación de Saint-Gall]. Derecha: signos carolingios trazados con una herramienta contemporánea: una pizarra blanca utilizada durante un curso de canto gregoriano, Metz.

En el mismo movimiento, decidí acompañar las neumas con un diseño alfabético basado en principios similares: estructura histórica, trazo monolineal. A la vez una minúscula carolingia y una sanserif o paloseco; este fue el nacimiento de Carolinéal. 2.

Una escritura

El texto de los manuscritos de cantos del siglo IX está escrito de forma notable. La caligrafía utilizada es relativamente nueva para la época. Se llama minúscula “carolingia” o “carolina” ya que fue encomendada por Carlomagno.



Página del Versicularium, Hymnary, Tropary, Sequentiary, copiado alrededor del año 930, St. Gallen, Stiftsbibliothek, Cod. Sang. 381.

Desarrollada lentamente, la minúscula carolingia sólo encontró su estabilidad en el siglo IX, deshaciéndose poco a poco de la presencia de los caracteres merovingios. Con el auge de los scriptoria carolingios, la escritura mejoró su legibilidad y se extendió más allá de las fronteras del imperio. Los orígenes caligráficos de esta forma escritural se remontan a las escrituras unciales y semi-unciales que la precedieron.

En su apogeo la minúscula carolingia estaba acompañada alternativamente de capitales romanas, capitales rústicas o letras unciales. El punto final se coloca a veces a mitad de la altura de x, no hay punto sobre la i, pero sí están ya incluidos el signo de interrogación, las comillas y la coma. Izquierda: folio 438 de la Biblia de Granval, copiada en la abadía de Saint-Martin de Tours entre 825 y 850. Imagen tomada de Claude Mediavilla, Caligrafía, Campgràfic, Valencia 2005 [p.141].

Una romana

La romana o redonda de Carolinéale se basa en las formas más sintomáticas de la minúscula carolingia. Más precisamente la fuente se basa en la caligrafía de los manuscritos de los scriptoria de la cuenca del Rin, producidos entre los siglos IX y X.

Primeros esbozos digitales : abril 2015 - ANRT, Nancy.
Ajustes de la cursiva, Saint-Gall, noviembre 2017.

He tratado de proponer una interpretación monolineal y subjetiva, que busca mantener su ADN, sin dejar de ser lo más estable, legible y contemporánea posible. Los caracteres de Carolinéale tienen todos en su construcción una huella más o menos visible de un origen dibujado a mano. Cada signo persigue un equilibrio satisfactorio, a caballo entre el vocabulario de una sanserif contemporánea de un lado y del otro el de la caligrafía medieval.



Carolinéale Regular con algunas ligaduras.
Se han conservado algunas características importantes del diseño carolingio. Por ejemplo, el ángulo diagonal de la a es muy pronunciado, y el diseño se detiene claramente a la altura de la x. La g también sigue siendo medieval en su construcción, desplegándose “a contrapelo” de una g binocular moderna en su parte inferior. Por último, cabe destacar que la e conserva un travesaño saliente, un trazo de pluma que suele estar ausente en las fuentes paloseco.
También se integran otros elementos carolinos más discretos: los ascendentes y descendentes están ligeramente remarcados en sus extremos, al igual que los bastones de algunas letras a la altura de x.
Las mayúsculas de los manuscritos carolingios se basan en modelos unciales o merovingios. Carolinéale toma un modelo humanista y moderno, totalmente anacrónico pero mucho más familiar para el lector de hoy.
Algunas letras han sido racionalizadas para ajustarse mejor a las normas del siglo XXI: la ‘t’ se completa, la ‘r’ se suaviza, etc.
El alfabeto se completa también con formas extrapoladas que no estaban presentes en el alfabeto latino medieval. Estas letras son deliberadamente discretas en Carolinéale.
La ‘a’ adopta una terminación horizontal cuando es necesario, para acomodar todos los acentos del conjunto de caracteres latinos extendidos de PampaType.

Las huellas caligráficas de Carolinéale se equilibran con formas más contemporáneas. Intenté encontrar un balance entre las líneas que podían parecer relativamente experimentales y los elementos más estables. Luego presté especial atención al ritmo de los espacios en blanco, para que Carolinéale fuera cómoda de leer en textos largos y a la vez resultara estimulante a los lectores cuando se utilizara en cuerpos grandes.

Una familia

Carolinéale dispone de varios pesos cuidadosamente distribuidos y diferenciados, que van desde el ultraligero (Thin) al negro (Black), para responder a todas las situaciones editoriales. La adición de estos pesos también aleja su estilo de las inspiraciones históricas: mientras que la existencia de minúsculas carolingias más “oscuras” es innegable, una versión magra o ligera es más fantasiosa y no tiene ningún equivalente medieval concreto. Lo mismo ocurre con la unión del todo como una familia, un único conjunto.

Carolinéale redonda e itálica, en todos sus pesos.
El diseño de la Black fue un reto especial. El desarrollo de este tipo de letra extremadamente negra requirió constantemente encontrar los mejores compromisos formales para mantener la legibilidad en tamaños pequeños y al mismo tiempo preservar el ADN de la familia.
En línea con la política inclusiva de PampaType, Carolinéale está equipada con el juego de caracteres latinos extendido, superando los 1400 glifos.

Una cursiva

La cursiva como tal está ausente en la Edad Media. 3 Al imaginar una cursiva para Carolinéale, tuve que recurrir a un ejercicio de pensamiento puramente especulativo: ¿cómo habría sido una cursiva para la minúscula carolingia si también hubiese surgido en el siglo IX? Y de esta cursiva ucrónica, ¿qué podría tomar para diseñar mi propia cursiva?

La cursiva de Carolinéale está pensada para acompañar a la redonda o romana. Busca distinguirse y aportar una nueva voz a nivel de la frase, a la vez que mantiene la armonía y la coherencia a nivel del párrafo. Cada miembro de este dúo busca expresar su propio tono y ser inmediatamente reconocido, sin romper el ritmo de lectura. He buscado que la itálica de Carolinéal se exprese con su propia lógica, a partir de una forma más viva, orgánica y fluida. Así, los textos compuestos con la cursiva de Carolinéal lucen más fluidos y rítmicos que con su equivalente redonda.

Algunas mayúsculas incorporan trazos caligráficos más claros, mientras que otras son más informales que sus equivalentes romanas.
Las minúsculas cursivas de Carolinéal suelen pedir menos trazos de bolígrafo para ser trazadas. Las entradas y salidas de las letras son caligráficas cada vez que es posible y su estructura general se deriva de un trazado más rápido de las formas.

Por último, la itálica de Carolineale es aún más abiertamente anacrónica que su compañera romana. Su inspiración proviene, en particular, de las cursivas sanserif humanistas anglosajonas de principios del siglo XX. 4 Sobre todo, intenté que su diseño transmitiera una cierta sensación de simpatía, de jovialidad, de calidez.

Un coro

En última instancia, al diseñar los diferentes estilos de Carolineale, busqué un equilibrio entre la calma y la estabilidad de los tipos paloseco contemporáneos y la energía y la calidez de la caligrafía carolingia. Este punto de equilibrio es el que ha impulsado cada decisión en el diseño de toda la familia tipográfica.

Al momento de su publicación, me parece que los diferentes estilos y pesos de Carolinéale efectivamente cantan a coro, tal como los cantantes carolingios cantaban juntos. Creo que sus diferentes voces se complementan y conforman una propuesta singular: una sanserif humanista con elegancia contemporánea y sabor histórico.

Espero que el diseño, madurado a lo largo de siete años, resuene en algunas mentes, y que se plasme en algunas pantallas, algunas páginas, algunas paredes o algún otro medio que aún no me atrevo a imaginar. Bon voyage.

Lire cet article dans sa version originale française.
Read this article in English.

Francis Ramel, diseñador gráfico y tipográfico francés, cofundador y socio de Nouvelle étiquette, un estudio de diseño gráfico con sede en Estrasburgo y en Metz (FR) enfocado principalmente en proyectos culturales. Nouvelle étiquette está dirigido por Émilie & Xavier Pompelle, Francis Ramel & Julie Luzoir. Más información en www.nouvelle-etiquette.fr.

  1. En este marco se crearon dos notaciones musicales (Metz y Saint-Gall). Está prevista una futura actualización de Carolinéale que integre esos signos

  2. Debo este nombre a Gerard Unger, el renombrado diseñador de tipos holandés, quien me lo sugirió cuando asistía a mi presentación de posgrado en el ANRT

  3. El concepto es puramente tipográfico y fue introducido a finales del siglo XV por Francesco Griffo da Bologna.

  4. En particular pensamos en el trabajo de Frederic W. Goudy y su Goudy Sans.

De pies cavos y gorros de arlequín: las letras Toscanas, ¿travesura de origen lapidario? (Segunda parte)

Perec 2.0: nuestra tipo paloseco polifacética, inclasificable y versátil, ahora extendida